Equilibrando el ROI y el Riesgo en ciberseguridad: un imperativo crítico para el sector manufacturero y de infraestructura crítica.
En la era digital actual, donde las amenazas cibernéticas son grandes, las organizaciones de todos los sectores, especialmente el manufacturero y de infraestructura crítica (OT/ICS), enfrentan un desafío formidable: cómo equilibrar la necesidad de invertir en ciberseguridad con el imperativo de gestionar eficazmente el riesgo. Este equilibrio implica medir el retorno de la inversión (ROI) de las iniciativas de ciberseguridad frente a los riesgos potenciales que buscan mitigar. En este artículo, exploramos las complejidades de este desafío y proponemos estrategias para que las organizaciones lo naveguen con éxito.
Medición del ROI en ciberseguridad
El ROI en ciberseguridad es una métrica compleja de cuantificar debido a la naturaleza intangible de los beneficios de seguridad y la dificultad de atribuir resultados específicos únicamente a las inversiones en ciberseguridad. Tradicionalmente, el ROI en ciberseguridad se ha calculado en función de los ahorros de costos derivados de prevenir ciberataques exitosos, el valor de evitar brechas de datos y la mejora de la eficiencia operativa resultante de medidas de seguridad mejoradas. Sin embargo, estos cálculos a menudo pasan por alto el impacto más amplio de la ciberseguridad en la reputación de una organización, la confianza del cliente y la sostenibilidad a largo plazo.
En el contexto de los sectores de manufactura y de infraestructura crítica, donde las consecuencias de un incidente cibernético pueden ser catastróficas, medir el ROI se vuelve aún más desafiante. Las métricas tradicionales pueden no capturar todo el espectro de riesgos asociados con las interrupciones en los procesos de producción, los daños a equipos, los peligros para la seguridad y el impacto ambiental, así como el incumplimiento normativo. Como resultado, las organizaciones en estos sectores deben adoptar un enfoque holístico para la medición del ROI que considere factores tangibles e intangibles.
Evaluación del riesgo en ciberseguridad para los sectores de manufactura y de infraestructura crítica
La evaluación del riesgo en ciberseguridad implica identificar, analizar y evaluar las amenazas y vulnerabilidades potenciales que podrían afectar los activos, operaciones y objetivos de una organización. En el contexto de la manufactura y la infraestructura crítica, los riesgos son multifacéticos e interconectados, abarcando desde el tiempo de inactividad operativo hasta los peligros para la seguridad pública.
Para evaluar eficazmente el riesgo en ciberseguridad para estos sectores, las organizaciones deben tener en cuenta las características únicas de sus entornos, como sistemas heredados, redes interconectadas y la convergencia de tecnología de la información (TI) y tecnología operativa (TO). Esto requiere una comprensión integral de los sistemas de control industrial (ICS), los sistemas de adquisición y supervisión de datos (SCADA) y otros componentes de TO que forman la base de las operaciones de fabricación y de infraestructura crítica.
Además, la evaluación del riesgo en estos sectores debe considerar el impacto potencial de los incidentes cibernéticos en activos físicos, como maquinaria, líneas de producción e instalaciones de infraestructura crítica. A diferencia de los activos puramente digitales, las consecuencias de un incidente cibernético en la fabricación o la infraestructura crítica pueden extenderse más allá de la pérdida de datos para incluir daños físicos, interrupciones operativas e incluso amenazas para la seguridad humana.

Equilibrar el ROI y el riesgo: estrategias para el éxito
Lograr un equilibrio entre el ROI y el riesgo en ciberseguridad para los sectores de manufactura y de infraestructura crítica requiere un enfoque estratégico que alinee las inversiones en seguridad con los objetivos empresariales y la tolerancia al riesgo. Aquí hay algunas estrategias que las organizaciones pueden emplear para navegar por este complejo panorama:
- Establecer objetivos claros: Definir objetivos claros y medibles de ciberseguridad que se alineen con los objetivos comerciales generales de la organización. Esto facilitará una mejor alineación entre las inversiones en seguridad y los resultados esperados, lo que facilitará la cuantificación del ROI.
- Realizar evaluaciones de riesgos: Evaluar regularmente los riesgos de ciberseguridad específicos para las fabricas y las infraestructuras críticas, considerando tanto los activos digitales como los físicos. Esto ayudará a priorizar las inversiones en seguridad en función del impacto potencial de los incidentes cibernéticos.
- Invertir en resiliencia: En lugar de centrarse únicamente en prevenir ciberataques, invertir en la construcción de resiliencia para minimizar el impacto de los ataques exitosos. Esto incluye estrategias como implementar mecanismos robustos de respaldo y recuperación, establecer planes de respuesta a incidentes y mejorar la capacitación de los empleados.
- Aprovechar las tecnologías emergentes: Aprovechar las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático (AA) y la automatización para aumentar las capacidades de ciberseguridad. Estas tecnologías pueden ayudar a las organizaciones a mantenerse al tanto de las amenazas en evolución y mejorar la eficiencia de las operaciones de seguridad.
- Colaborar con pares de la industria: Participar en intercambios de información y colaborar con pares de la industria y expertos en ciberseguridad para mantenerse informado sobre las últimas amenazas y mejores prácticas. Los esfuerzos de colaboración pueden ayudar a identificar vulnerabilidades comunes y desarrollar estrategias de mitigación más efectivas.
- Monitorear y adaptarse: Monitorear continuamente el panorama de la ciberseguridad en busca de nuevas amenazas y vulnerabilidades, y estar preparado para adaptar las estrategias de seguridad en consecuencia. La ciberseguridad es un campo dinámico, y las organizaciones deben permanecer ágiles para mantenerse al tanto de los riesgos emergentes.
En conclusión, el desafío de equilibrar el ROI y el riesgo en ciberseguridad es particularmente crítico para las organizaciones de los sectores manufactureros y de infraestructura crítica. Al adoptar un enfoque holístico para la medición del ROI, evaluar los riesgos de manera integral e implementar iniciativas estratégicas de ciberseguridad, las organizaciones pueden mejorar su resiliencia cibernética al tiempo que optimizan sus inversiones en seguridad.
Al priorizar la ciberseguridad como un imperativo estratégico e integrarla en su estrategia empresarial general, las organizaciones pueden mitigar los riesgos planteados por las amenazas cibernéticas al tiempo que maximizan el valor de sus inversiones en seguridad.

En Technon Cyber, contamos con años de experiencia en los campos de seguridad, inteligencia, ciberseguridad, seguridad de OT/ICS y toma de decisiones. Esta experiencia se deriva de los desafíos de seguridad enfrentados por algunas de las democracias occidentales en las últimas décadas. Los consultores de Technon son hombres y mujeres que desempeñaron un papel importante en la resolución de esos desafíos. Tenemos una ventaja única cuando se trata de comprender las amenazas actuales para su entorno operativo (infraestructura crítica, manufactura, etc.) y cómo mitigarlas, fortaleciendo la resiliencia general de su organización.
Para más información y para agendar una llamada con nostoros, visita: www.TechnonCyber.com
Artículo escrito por Technon Cyber.